EL ESTRES LABORAL ES CASI UNA EPIDEMIA; HAY QUE TRABAJAR PARA PREVENIRLO

TRABAJANDO CON SALUD O ENFERMANDO EN EL PROCESO

Lic. Pamela Brizzio. MP 4925

-¿Trabajamos con salud?

Lamentablemente, solo a veces. Si algo hemos perdido en los tiempos que corren es el concepto que si un trabajador se siente saludable su rendimiento va a ser mayor y por ende su efectividad. La salud de los trabajadores parece solo ser responsabilidad de cada uno y conservarla una motivación propia, del mismo modo que cuesta entender que el estrés laboral es una real problemática hoy y en el futuro. La realidad es que el ambiente laboral es uno de los principales focos de ansiedad y de depresión en los países occidentales y todo apunta a que las cifras pueden empeorar en las próximas décadas.

-¿Qué es el estrés laboral?

El estrés es un proceso natural del cuerpo humano, que genera una respuesta automática ante condiciones externas que resultan amenazadoras o desafiantes, que requieren una movilización de recursos físicos, mentales y conductuales para hacerles frente, y que a veces perturban el equilibrio emocional de la persona.

El estrés laboral aparece cuando los recursos del trabajador son superados por uno o varios factores laborales a los que no puede hacer frente, y puede manifestarse de diversas formas. Sus síntomas van desde la irritabilidad a la depresión, y por lo general están acompañados de agotamiento físico y/o mental.

El estrés laboral o estrés en el trabajo es un tipo de estrés propio de las sociedades industrializadas, en las que la creciente presión en el entorno laboral puede provocar la saturación física o mental del trabajador, generando diversas consecuencias que no sólo afectan a su salud, sino también a la de su entorno más próximo.

-¿Qué causas pueden provocar estrés laboral? 

En cuanto a sus causas, el estrés laboral puede estar originado por factores como una excesiva carga de trabajo, un elevado nivel de responsabilidad que pone a prueba la capacidad del individuo o unas relaciones sociales insatisfactorias e incluso tóxicas  en el puesto de trabajo. Si bien cualquiera de estos factores puede originar estrés laboral, en ocasiones una combinación de los mismos puede resultar en situaciones más graves que a larga son más difíciles de tratar.

Además a estos tres factores se añaden otros que pueden generar situaciones estresantes, como la mala planificación de turnos u horarios o una remuneración inadecuada, las nuevas formas de contratos laborales e inseguridad laboral y los riesgos en materia de seguridad y salud en el trabajo para los trabajadores de edad avanzada.

-¿Cómo se debe actuar ante el estrés laboral?

Esta pregunta tiene dos aristas: en primer lugar, en cuanto al trabajador afectado es fundamental reconocer los síntomas del estrés lo antes posible, a fin de recibir tratamiento a tiempo, y que de esta manera el daño sea menor.

GENERALMENTE SE BUSCA AYUDA CUANDO EL ESTRÉS ESTÁ MUY AVANZADO.

Por esto es esencial realizar un tratamiento del estrés. En la práctica clínica atendemos a personas que han deambulado por varios especialistas (gastroenterólogo, dermatólogo, cardiólogo, neurólogo, traumatólogo, kinesiólogo, por citar algunas), y recién al final del camino se tratan el estrés.

Y paralelamente, es fundamental formar a las empresas, proporcionándoles una serie de herramientas, con pautas y consejos, que sean realmente eficaces a la hora de abordar el estrés. Es fundamental entender el estrés y mejorar las capacidades para afrontarlo, con intervenciones en dos áreas: la persona y la organización.

Es una constante que poco porcentaje de empresas toman conciencia para adoptar medidas para reducir la incidencia del estrés laboral, pero un gran porcentaje si están preocupados por las consecuencias.

-¿Qué consecuencias podrían darse para las organizaciones?

Algunas de estas consecuencias pueden ser:

  • Aumento del ausentismo
  • Menor dedicación al trabajo
  • Aumento de la rotación del personal
  • Deterioro del rendimiento y productividad
  • Aumento de las prácticas laborales poco seguras y de las tasas de accidentes
  • Aumento de las quejas de usuarios y clientes
  • Efectos negativos en el reclutamiento de personal
  • Aumento de los problemas legales ante las demandas presentadas y las acciones legales emprendidas por trabajadores que sufren estrés
  • Deterioro de la imagen institucional tanto entre sus empleados como de cara al exterior
  • La pérdida de calidad en procesos y productos.
  • Licencias por largos periodos de tiempo

-¿Cuál es el camino entonces?

El camino es entender y reflexionar que nadie quiere ir trabajar para ser maltratado, abusado, acosado, exprimido, exigido hasta el límite o incluso desprestigiado al punto de sentirse un inservible, un inútil. Ya sea de manera directa como en el caso del Mobbing o el Bossing o de manera indirecta por sobrecarga o sobreexigencia como en el Burnout, el trabajo se vuelve una pesadilla que nadie quiere soñar, una realidad que nadie quiere vivir y una obligación que nadie quiere tener.

Por todo esto, proteger la seguridad y salud de los trabajadores es vital para lograr un funcionamiento ideal de la empresa u organización. La correcta gestión del talento de las organizaciones, pasa no sólo en fomentar el desarrollo y fidelización de los empleados, sino implementar medidas preventivas para evitar que fenómenos como el estrés laboral impidan alcanzar los objetivos.

El primer paso para prevenir el estrés es conocerlo porque, como se ha podido ver, es una situación que afecta a millones de personas en el mundo y que se postula como la epidemia de las empresas del siglo XXI.

Tanto los directivos de una compañía como los trabajadores, deben plantearse prevenir y actuar contra el estrés laboral, pues tiene consecuencias negativas para todas las partes.

El departamento de recursos humanos o empleadores debe asegurarse de controlar a los empleados, tratando de definir correctamente cada puesto de trabajo y evaluando periódicamente el grado de satisfacción del personal. Otras acciones importantes son la de educación del trabajador, capacitaciones y un sistema de gestión que permite resolver de forma rápida y efectiva los conflictos que se presenten.

 

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